La ética en el tarot es fundamental para asegurar que la práctica sea respetuosa, responsable y beneficiosa para quienes buscan orientación. Aquí dejo algunos principios éticos clave que deberían guiar a un lector de tarot:
Confidencialidad: Toda la información compartida durante una lectura debe mantenerse en estricta confidencialidad. El lector debe respetar la privacidad del consultante.
Consentimiento informado: Es esencial que el consultante entienda el propósito de la lectura y esté de acuerdo con el proceso. No se debe hacer una lectura para alguien sin su consentimiento.
No juzgar: El lector debe ofrecer un espacio seguro y libre de juicios, donde el consultante se sienta cómodo para expresar sus preocupaciones.
Evitar la dependencia: El tarot debe ser visto como una herramienta de orientación, no como una solución definitiva o un sustituto de la toma de decisiones personal. El lector debe alentar la autonomía del consultante y evitar fomentar una dependencia en las lecturas.
Claridad y honestidad: El lector debe ser claro sobre lo que puede y no puede ofrecer el tarot. Esto incluye evitar hacer promesas o afirmaciones sobre resultados específicos que no pueden ser garantizados.
No reemplazar a profesionales: El tarot no debe utilizarse como sustituto de atención médica, legal o psicológica profesional. Si una situación requiere la intervención de un profesional, el lector debe recomendar al consultante buscar la ayuda adecuada.
Respeto a la diversidad: El lector debe ser respetuoso de las creencias, culturas, y estilos de vida de los consultantes. No imponer sus propias creencias ni juzgar las de los demás.
Transparencia en la remuneración: Si se cobra por las lecturas, los precios y las condiciones deben ser claros desde el principio, sin cargos ocultos.
Responsabilidad personal: El lector debe ser consciente de sus propios límites y estar dispuesto a referir a un consultante a otro profesional si la situación lo amerita.
Uso ético del poder: El tarot puede dar al lector una posición de poder e influencia. Es importante usar ese poder de manera ética, con respeto y en beneficio del consultante.
Estos principios aseguran que el tarot se practique de manera ética, promoviendo un ambiente de confianza y respeto mutuo.
